viernes, 21 de julio de 2017

Como un corte de papel

Le resultaba difícil no pensar en él. En ella misma. En ellos. Le resultaba difícil, con todo, no pensar.
El modo pretérito se hacía cada vez más presente, y es que un momento puede convertirse en cuestión de segundos en un recuerdo; en esa sonrisa ahogada con varias copas encima, en esa lágrima que, gracias a nuestro auto convencimiento, pensamos nos la produce el viento, o el polvo. Nos la produce cualquier cosa menos ese recuerdo - nada más lejos de la realidad...-

Ojos brillantes y alegres, eso siempre. No se puede pasar por alto que, en su día, todo les pertenecía; el paso de los transeúntes, con su apagada conversación dejando escapar alguna risa que otra, el rumor de la calle, el rumor de la vida... 

Todo era ajeno a ellos. ¿Para qué más?

Rápido y sencillo, como un corte de papel. Nadie sabe lo doloroso que puede llegar a ser. Y no volverle a ver, lo fue. 

Pero todo pasa, todo llega.

Le resultó difícil hacerse a la idea, pero mírala ahora.




lunes, 3 de julio de 2017

Siguiente página

Hay corazones deformes.
Personas que destrozan corazones.
Y deformes destrozos que llegan al corazón.

Echaba de menos el verano y sus noches. La inspiración vaga y curiosa que de repente te acecha. Echaba de menos esas tormentas propias de esta estación que, inevitablemente, te hacen recordar. Ya sabéis..."y al anochecer el viento hará recordar".

Echo de menos continuamente, y mientras escribo voy siendo cada vez más consciente de que me pasaré la vida siendo feliz y echando de menos. Quien echa de menos es porque en su día fue feliz. Y, ¿qué mejor que ser feliz y constatar que lo fuimos echando de menos?

Muchos "echar" y muchos "de menos". En el fondo no son palabras que contagien alegría o positivismo, y menos si te admito que echo de menos muchas cosas menos a ti. Incluso echo de menos echarte de menos.