jueves, 18 de agosto de 2016

Camina despacito que las prisas no son buenas

Quería un amor en cada provincia,un amor en cada estación. Un amor en todas las coordenadas posibles; daba igual si estaba al este,al norte...cuantos más amores mejor. Pobre ilusa. No sabía que esos amores tardan en aparecer y desaparecer como máximo 7 horas: 4 horas con copa en mano y 3 en la cama. Había excepciones,por supuesto. Pero las excepciones no estaban hechas para ella. Para ser sinceros,nada estaba hecho para ella. Se empeñaba en equivocarse,a propósito. -"Equivocarse es de humanos",le decían. Pero lo que sí que es de humanos es equivocarse por el curso normal de la vida,no por cuenta propia.
Quizás pretendía ser algo que no era. Quizás pretendía encontrar algo que no existía.
Pero equivocarse,lo hagas con intención o no, es ley de vida,y con ello aprendemos a no cometer los mismos errores. Equivocándonos, efectivamente,aprendemos a encontrar un nuevo y sano amor con el que visitar cada coordenada,cada provincia y cada estación.

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